País: Argentina
Contexto: Filosofía / Alemania Nazi
Año: 2005
¿Qué significado pudiese tener una piedra arrojada en medio de un estanque? ¿Está la roca dentro o fuera del agua? Y al entrar la roca al agua, ¿qué es lo que la separa de la fina membrana del líquido? La roca, un objeto concebido como ente dentro de una oración, aunque dotado como ser por participar en eventos que formulamos, ¿acaso no adquiere existencia justo en el momento de ser suspendida en el vacío, dotada con la facultad de desatar consecuencias que afecten al tiempo, al espacio y la materia? ¿Acaso no la dotamos de historicidad?
¿Qué significado puede tener una Luger colocada sobre una mesa en medio de una habitación de estudio en Argentina? ¿Cambiaría su significado si ésta se coloca sobre una mesa en medio de una cabaña de veraneo en Alemania?
Martin Müller, hijo de Dieter Müller, un alemán que fue profesor de filosofía en la Universidad de Friburgo durante el Tercer Reich, le hace estos cuestionamientos a Martin Heidegger en una entrevista a la que no ha sido invitado y le pide que, así como su abuelo y su padre, él también dote de historicidad a esa Luger.
La Sombra de Heidegger pretende ser también eso: una novela dotada de historicidad. Está compuesta de dos partes: la primera es una carta que el filósofo Dieter Müller deja para su hijo Martin en un afán por explicar y tratar de justificar la caótica situación vivida en la Alemania nazi, el porqué de su inclusión en el NSDAP, en las filas de las SA y su inexistente reacción ante las carnicerías perpetradas por las fuerzas nazis en Alemania, Austria y el resto de Europa. A través de un vivo relato le va desentrañando los detalles sobre sus estudios en Friburgo bajo la doctrina del más grande filósofo del siglo XX y el inevitable crecimiento de las Sturm Abteilung, observando, como lejano testigo, cómo la Alemania entera se sumaba a la ola de odio y violencia que representaban las fuerzas de choque de Ernst Röhm.
Sin embargo, además de relatar lo vivido durante esa época tan caótica, también se sumerge en la marejada filosófica naciente de las crisis conceptuales de principios del siglo XX, cuando Heidegger revolucionaba la filosofía occidental de Descartes y arrojaba al Ser lejos de su posición privilegiada de testigo y lo convertía en protagonista de las cuestiones ontológicas. Atestigua sobre el nacimiento del Dasein y su caótico devenir en la búsqueda de un significado para su propia existencia, concretiza sobre las conductas del pueblo alemán y su identificación con la doctrina nazi, estudia a Heidegger en medio de la marea de odio nacionalista y su lugar como precursor de una filosofía para el nazismo, relata con genial maestría las razones por las cuales los nazis dejaron de ser nacionalsocialistas íntegros para convertirse en matones de esquina, desentraña las causas por las que el Reich tomó como víctimas a los judíos y arremete contra la Oficina Rosenberg y sus políticas inhumanas y dogmatizantes.
En esta primera parte, la más extensa y, para mi gusto, la más histórica, el autor deja plasmado, por medio del narrador, que no se trata de una novela circunstancial sino un intento de tejer una novela filosófica. Si bien inmediatamente después declara su intento de dotar de historicidad a dicha novela, en la cual no se incluirán héroes ni villanos ni personajes concretos sino simplemente objetos arrojados en el Espacio-Tiempo que poseen Dasein —«Ser-ahí»— y que pueden causar ondulaciones en las aguas de la historia lo suficientemente grandes como para impulsar los acontecimientos que la componen.
En la segunda parte, el relato del hijo de Dieter, Martin Müller, nos llevará en torno a un debate unilateral en que el muchacho alemán será el interlocutor y Heidegger se limitará a escuchar su exposición. Martin le exigirá que, así como su padre dotó de historicidad a un objeto tan simple como una Luger, él dote de historicidad la carta que su padre le ha dejado a manera de educación póstuma. En esta conversación, Martin expone varios paralelismos entre el Tercer Reich y las dictaduras sudamericanas así como el papel de Heidegger como Rektor de la Universidad de Friburgo y padrino ideológico del nacionalsocialismo y los papeles representados por ideólogos sudamericanos para con las juntas militares que asolaron el nuevo continente a mediados del siglo XX.
En esta segunda parte, la menos histórica, Martin confronta las enseñanzas de Heidegger y reprocha su escasa preocupación por el humanismo, su falta de cuidado al formular la existencia multiétnica en Ser y Tiempo y su desprecio por las necesidades mundanas. En un paseo a través de la historia de la filosofía, relatada de forma muy personal, y de una breve narración sobre los principales filósofos y poetas influenciados por Heidegger, al final, Martin encontrará las respuestas que necesita con solamente presenciar el mutismo del gran filósofo. A fin de cuentas, como decía Sartré en La nausea: “Mañana lloverá en Bouville”.
Fuente
Antonio Rodríguez. Mundo Historia Magazine no. 10: La Sombra de Heidegger. 14 de abril de 2011.